Si tu móvil tiene ya varios años, es posible que hayas notado que empieza a fallar. Puede ser un problema de las soldaduras, o que la batería empieza a ir mal. O que la pantalla, el elemento que más se rompe por algo tan común como una caída por un tropezón, empujón o descuido se has rotor. A veces pasa que repararlo tiene un coste que a veces no compensa y es mejor pasarse a un nuevo modelo de móvil. En contra de estas decisiones de diseño, varios legisladores de diferentes partes del mundo están impulsando una serie de regulaciones con motivo del “derecho a reparar“.
Pero, ¿Qué es el derecho a reparar? ¿Qué implica eso? Te lo vamos a explicar aquí, para que veas la importancia de que las empresas aboguen por esta filosofía al diseñar sus dispositivos, y que se regule para que se diseñe en torno a ella.
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¿Qué es el Derecho a Reparar?
El derecho a Reparar es cómo se conoce a las regulaciones federales y comunitarias para que los dispositivos electrónicos puedan ser reparados con facilidad sin tener que pasar por enviar el dispositivo al servicio técnico. Esto supone que, por ejemplo, un dispositivo, debe de ser reparable, preferiblemente en talleres no oficiales para que no todos pasen por el taller oficial; y a ser posible, que el propio usuario pueda repararlo en la mesa de su casa.
Estro se hace diseñando los terminales para que tanto abrirlos y como retirar los componentes sea más fácil. Es posible que se necesiten herramientas de arreglo como destornilladores de precisión, o púas para levantar tapas. Pero que su acceso debería de ser fácilmente accesible. Ejemplo de ello es IFixIt, una empresa y comunidad que vende materiales y herramientas además de distribuir los manuales de reparación para que los usuarios puedan reparar terminales y dispositivos.
IFixIt se ha asociado con diferentes fabricantes directamente, para que los usuarios accedan a herramientas para reparar sus móviles. Pero no todos los fabricantes abogan por ello, sino que otros incluso lo dificultan. Esto es porque ven una enorme serie de beneficio en que solamente se pueda reparar con el servicio técnico oficial.
¿Qué beneficios tiene el derecho a reparar?
En primer lugar, está que vas a poder ahorrar en móviles o portátiles si puedes fácilmente sustituir la parte que te da problemas. Estas suelen ser primordialmente la pantalla que se rompe por caídas o se araña con otros objetos de los bolsos y bolsillos; la batería que se degrada con el uso, y el conector que puede perder pines con un mal tirón.
Imagina que se te cae la pantalla, pero por el precio de la pantalla y las herramientas básicas, puedes sustituirla en casa. Con el derecho a reparar, es posible simplemente pedir una batería de repuesto compatible con tu móvil, y que no tengas que comprar un móvil nuevo porque la batería ya no dura un día entero. Estas reparaciones que al ser muy caras, motivan a mucha gente a comprar un nuevo móvil, se podrán realizar fácilmente y así no tener que comprar un dispositivo nuevo. Con ello se espera que haya un ahorro en los bolsillos de los usuarios, y que se ahorre en recursos.
¿Qué implica que un móvil sea fácil de reparar?
Que un móvil cumpla con la idea del derecho a reparar, tiene que seguir una serie de pautas que listamos a continuación.
Que sea posible reparar el móvil sin llevar al servicio técnico oficial
Esto puede parecer una obviedad, pero es el paso más importante. Si existe un solo paso para hacer la sustitución o reparación, o hay que contactar con el servicio técnico oficial y pagarlos o tener su beneplácito, entonces ya no cumple con el derecho a reparar. Poco a poco se han estado liberando los manuales de reparación de muchos dispositivos, y se están usando materiales más unificados.
Apple ha sido de lejos, la que más se ha opuesto al derecho a reparar. Sus dispositivos han tenido que pasar sí o sí por talleres oficiales, que cobran por reparar terminales, a menudo dentro del periodo de garantía pero con casos de uso que no cubren. Solamente el poder llevar a reparar tu iPhone o iPad a un taller no oficial, como un taller del barrio para tener reparado tu móvil y por ende más opciones, ya se empieza a implementar el derecho a reparar.
Que un móvil no ponga trabas a la hora de ser reparado
Otro punto importante es que un móvil permita ser abierto para ser reparado. Pero eso tiene que venir desde el propio diseño final del mismo. Ejemplo de ello lo tenemos en una regulación de Francia de 2021 en la que se pedía que los dispositivos sean evaluados según lo fáciles que es repararlos, teniendo en cuenta los pasos que hay que hacer para poder abrirlo y quitar las piezas para sustituir el componente dañado.
Con esa regulación, se vio que Apple diseña los iPhone para que sean difíciles de reparar. Generalmente, hacen que sea difícil conseguir piezas, que haya muchos pasos intermedios para abrir el dispositivo, y sobre todo, que invalida cualquier garantía e incluso desactiva opciones del móvil como el FaceID si cambias componentes para repararlo tú mismo. Esto se aplicaría a los talleres no oficiales, que pierden más tiempo y necesitan piezas especializadas para las reparaciones, y ese gasto se traslada a los usuarios finales.
Que las piezas sean accesibles
De nada sirve que un móvil pueda abrirse con unas herramientas genéricas, si te ofrecen las piezas que necesitas para hacerle una puesta a punto. Estos son los repuestos, que siendo oficiales, al menos según la normativa española, tienen que darse durante al menos diez años después de fabricar el producto. Esto significa que, si mañana se deja de vender tu móvil que compraste hace tres años, durante diez años deberán de dar la opción de tener repuestos en talleres oficiales, e idealmente en no oficiales y para los usuarios.
Y no sería muy raro que pasara, pues suelen hacerse numerosas piezas para el servicio técnico oficial. Otra cosa es que lo pongan a disposición de más usuarios.
¿Por qué es importante que los países impongan el Derecho a Reparar?
Mucha gente va a pensar que, “¿por qué si es tan beneficios o el derecho a reparar, los fabricantes no lo hacen ya?“. Y es cierto que poco a poco lo están implantando, pero no ha sido hasta que se han formado comunidades como la de IFixIt hace más de veinte años para hacer presión, y que grandes territorios como Estados Unidos y la Unión Europea implementen requisitos. Tras ello, algunas marcas han empezado a desarrollar dispositivos que son más fáciles de reparar.
La idea de las regulaciones por parte de grandes territorios, es que, para poder operar en territorios clave, no les compense hacer dispositivos y servicios técnicos segregados por territorio y por ello la regulación se aplica a todo el mundo. Eso es que, una regulación impuesta por Estados Unidos, al ser tan grande, afectará a los dispositivos que se vendan también en la Unión Europea, y en el caso opuesto.
Ejemplo de la importancia de las regulaciones por el Derecho a Reparar
Apple, que ha estado usando su conector propietario Lightning durante años para los iPad y iPod, tendrá que abandonarlo y usar el conector USB-C. Esto es por una obligación de la Unión Europea. La regulación entra en efecto a partir de 2024, y es de esperar que los primeros iPad y iPhone con USB-C salgan al mercado este año 2023, y así desplazar a los que usan Lightning.
Ahí tenemos un ejemplo de la importancia de las regulaciones federales y comunitarias. Pongamos que se rompe el conector de un iPhone, con lo que al ser Lightning, hay que pasar sí o sí por el servicio oficial de Apple. Para los dispositivos de 2023 con conector USB-C, valdría con que un taller consiga un repuesto de cualquier conector USB-C para repararlo.
¿Por qué es tan difícil reparar un móvil?
Si te preguntas por qué cuesta tanto reparar un móvil, se debe sobre todo a que el fabricante gana mucho por el servicio técnico. Así, de un móvil se puede sacar rédito por la venta directa, royalties de su tienda de aplicaciones, y por los servicios de reparación oficiales.
Al hacer que sí o sí tengas que pasar por el servicio técnico oficial, y que llevarlo a un taller de barrio no sea una opción; se consigue dirigir a los usuarios a unos servicios concretos. Eso es una gran cantidad de dinero de gente que prefiere pagar menos con tal de no renovar el móvil.
