Hoy día, tenemos una amplia variedad de formatos y factores de formade SSDs. Entre tantas definiciones entre factor de forma, conexión e interfaz, en este artículo te vamos a explicar todo lo que necesitas saber. Aprenderás de los SSD en formato M.2, y la diferencia que tienen con los 2,5″, y la diferencia entre que sean SATA o NVMe.
Índice de contenido
¿Qué es M.2?
M.2 es un factor de forma para los SSD de consumo o de calidad profesional. Es distinto a los SSD de factor de forma de 2,5 pulgadas. A nivel visual, se ven como pequeñas tiras alargadas, mientras que los de 2,5″ son pequeñas placas rectangulares casi cuadradas.
Que quede claro que si un SSD es NVMe, siempre será uno M.2. Al usar los carriles PCie de la placa base, no puede usar los conectores SATA. Un SSD SATA sí puede ser de 2,5″ o M,2, pues ambos usan la interfaz de datos SATA, pero en un factor de forma diferente.
¿Qué es un SSD M.2 NVMe?
Un SSD M.2 NVMe es una unidad de almacenamiento de estado sólido que usa el carril M.2 de una placa base y usa la interfaz de datos NVMe. Este tipo de unidades de almacenamiento están en auge. Esto es porque permiten guardar el sistema operativo y mucho software que agradece unas grandes velocidades, sin usar uno de los puertos PCIe de la placa base, que podría ser usado por otros accesorios.
¿Qué es más rápido, un NVMe M.2 o un SSD SATA?
Todo depende de las velocidades de transferencia de cada formato del SSD M.2.
- La interfaz SATA 3.0, llega a unos 560MB/s.
- La interfaz NVMe, al usar carriles PCIe, puede llegar a los 10.000 MT/s en el caso del PCie Gen 5.estos superan ampliamente la velocidad de los SATA, aunque su conexión depende de la generación que tengan los puertos de la placa base y la compatibilidad de la CPU. Estos dos suelen ir muy ligados debido a que la propia CPU limita la generación de PCie que puede tener una placa base.
¿Cómo saber si un SSD es un M.2 SATA o un NVMe?
Esta es una pregunta que se hace mucho y por eso la ponemos aquí, con lo que hay que matizarla. Todos los M.2, son SSD. Pero un SSD no es necesariamente un M.2, pues puede ser uno M.2 SATA, un SSD 2,5″ SATA o un SSD M.2 NVMe.
Los SSD M.2 SATA utilizan la interfaz SATA con una velocidad de transferencia de datos máxima de 6 Gbps. Son los SSD de menor categoría en cuanto a rendimiento, y utilizan la misma interfaz que los discos duros, pero tienen entre tres y cuatro veces el ancho de banda en comparación con los discos duros giratorios. Son más accesibles en tema de stock y son una buena alternativa a los discos SSD de 2,5 pulgadas si no tiene espacio para uno. Precisan de tener un puerto M.2 o PCie en la placa base para ser compatibles.
Cabe decir que no hay que confundir que use la interfaz SATA con que se conecta con cables SATA que usan los discos duros y SSD de 3,5″ y 2,5″. SATA se refiere a su interfaz de manejo de datos, y se da en los SSD M.2 de menor gama. Estos SSD usan la conexión M.2 o PCie disponible en algunas placas base, y se sabe que son M.2 por la conexión de un carril medio largo y dos conexiones de poca longitud.
Para diferenciar entre si el M.2 es SATA o NVMe, en la propia etiqueta del producto indica si se explica si el SSD usa la interfaz SATA o NVMe.
¿Cómo funciona un SSD M.2?
Ante la pregunta de “¿Cómo funciona un m 2?” y derivadas, a efectos prácticos, no dista mucho de cómo funciona un disco duro. Hay que conectarlo al carril M.2 de la placa base, si la tiene, atornillarlo y colocarle el disipador para tenerlo instalado de forma física. Luego, toca habilitarlo en el panel de control, con la herramienta de administrador de discos. Una vez instalado, podremos usarlo como cualquier disco duro.
Para poner un M.2 como disco de arranque, tocará instalar en ese propio disco el sistema operativo, sea de forma manual o clonando nuestro actual disco de arranque. Apagamos el PC, lo encendemos yendo a la BIOS, y hacemos los ajustes para que el M.2 sea un disco de arranque. Si partimos de un disco duro normal, vamos a notar cómo tenemos una velocidad mucho mayor y el arranque de todo el sistema operativo es solo cuestión de segundos.
¿Qué es un puerto M.2?
El puerto M.2 es un pequeño puerto que varias placas bases de gamas medias y altas están introduciendo, para albergar los SSD M.2 SATA y SSD M.2 NVMe debido a su utilidad como unidad de ejecución del sistema operativo, de juegos y de suites de software.
No hay que confundirlo con el puerto PCIe. Este puerto está paralelo al que se le da a la tarjeta gráfica en muchas placas bases ATX. Este puerto está hecho para accesorios con conexión directa a la CPU, por ello se usan también con tarjetas de red de alta gama, para tener una menor latencia que con un accesorio USB. Si bien puedes conectar un SSD M.2 a la ranura PCIe, se estará poniendo en perpendicular a la placa base y podría doblarse si no tiene una sujección.
Podrás reconocer en una placa si tiene conexión M.2 para PCie si ves que tiene cerca un agujero para tornillos que no coincide con la sujeción a la caja. Es importante que sepas que un M.2 puede conectarse a un puerto PCIe de cualquier tamaño.M.2 no es exclusivo de los puertos M.2 de las placas base, pero sí que han sido diseñadas para que encajen y se sujeten mejor en ellas.
¿Cuánto mide un disco M.2?
El protocolo NVMe ha designado los números de los modelos de SSD NVMe M.2, de forma que los propios números del formato indican el tamaño. Así, tenemos los siguientes modelos que son los más comunes:
- 2230
- 2242
- 2260
- 2280
- 22110
Los primeros dos números indican el ancho del dispositivo, que casi siempre es 22 milímetros, pues ese es el tamaño del conector más común. Existen modelos con anchuras ma´s grandes o pequeñas, pero el más extendido es el de 22 mm.
Los otros dos números, o tres en el caso de un SSD M.2 con formato 22110, son los milímetros de largo que tienen. Dependiendo del tamaño que tengan, podrán entrar en una placa base o en el espacio reservado de un portátil. Su tamaño puede ser crucial para la refrigeración incluso, pues más milímetros con un disipador pasivo del mismo tamaño pueden llegar a influir en la refrigeración general en entornos de alta precisión como un centro de datos. Un SSD de mismas velocidades y almacenamiento, pero más grande, hace que sea más fácil de refrigerar al poder tener un disipador más grande y más superficie.
¿Cuál es el mejor disco de estado sólido?
Esta pregunta es difícil de decir, pues se están constantemente presentando modelos cada vez más rápidos. Actualmente, el mejor disco de estado sólido se presenta en el formato M.2 NVMe debido a las mejores velocidades que alcanza. Ahora que se está instaurando el PCie Gen5, o 5.0; las velocidades de transferencia también están creciendo hasta los 10.000 MT/s. También, al pasar directamente a la CPU usando el carril PCIe, tienen unas menores latencias.
Claro que, también importa la cantidad de datos que puede almacenar, la seguridad del SSD, que tenga un disipador que evite que se caliente, y que tenga una duración en el tiempo más elevada. Los SSD por su naturaleza se degradan con el uso, más de lo que hace un disco duro mecánico, y en algunas ocasiones,s on más propensos a fallos, a no ser que hablemos de los SSD M.2 de gama empresarial. Pero esos están a un precio muy prohibitivo para el consumidor de a pie.
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