Actualmente estamos guardando documentos cada vez más importantes en nuestros dispositivos. Si antes eran unas sencillas fotos y algo de música, hoy tenemos prácticamente toda una vida en un PC. Y muchos de esos archivos tienen que estar guardados de forma segura, dada su importancia para trabajos o los estudios, o incluso siendo material confidencial. ¿Qué hace la mayoría de la gente? Lo guarda en una memoria USB, generalmente la más barata del mercado que tenga más cercano, y eso es un importante riesgo.
Hay que pensar en la seguridad de nuestros datos y archivos como si estuviéramos guardando nuestro dinero en efectivo en una caja fuerte. ¿Sería tu caja fuerte una caja de una estantería modular del IKEA? Con todo el cariño del mundo, pero no. Por ello, no hay que escatimar con la seguridad de nuestros datos, y por eso explicamos aquí los riesgos de guardar archivos en una memoria USB.
Vamos a dejar claro que no queremos demonizar las memorias USB. Simplemente, el acto de guardar tanto y tan importante en un medio bastante inseguro, como es el de las memorias USB generales. Muchos profesionales usan memorias USB para el traslado encima de documentación importante, pero son memorias USB con varias capas de seguridad y cifrado.
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Lo más importante, las memorias USB son fáciles de corromperse
No hablamos solamente de te dejas la memoria USB en un pantalón que echas en la lavadora. Sino que puedes darlo sin querer por tenerlo cerca de imanes. También suelen ser dispositivos de almacenamiento con muy baja seguridad capaces de ser infectados por todo tipo de malware, como troyanos, virus o incluso ransomware. También es posible que sufra algún formateo por culpa de malware, o de errores humanos.
En estos casos en los que los archivos estén corruptos, tendremos que pasar por una opción de reparar un pendrive para tratar de recuperar los datos. Existe software dedicado que, si no se ha reescrito la información, tienen posibilidad de recuperarse ciertos archivos.
La importancia de la protección contra escritura
Idealmente,d eberías de hacer que las memorias USB que contengan unos datos que no vas a cambiar muy a menudo, pero que te resulten útiles o importantes, tengan protección contra escritura. Es una pequeña capa de seguridad para evitar que nos modifiquen sin permiso los archivos. Un agente maligno tendría que usar varias formas de quitar proteccion contra escritura de los archivos, y ahí pasa al dilema de los crackers y agentes de ransomware si el tiempo invertido justifica el rédito que se le va a sacar de él.
Si usas memoria USB, primero, que sean de calidad y tengan seguridad añadida
Si por diferentes motivos tienes que usar una memoria USB portátil, de pequeño tamaño, al menos trata de que sea lo más segura posible. Una de cualquier marca pequeña sirve para pasar archivos entre dispositivos separados físicamente, como puede ser llevar a una copistería algo para imprimir, o pasar juegos sin DRM a una flota de PCs de una lan party, por ejemplo. Son cosas de muy bajo riesgo.
Pero cuando ya hablamos de un dispositivo con elementos privados y personales como documentos, DNIs, contratos o cualquier otro elemento, sería una opción a considerar una memoria que tuviera chips de encriptación, o acceso mediante contraseña. Suena exagerado, pero hablamos de usuarios cuyos archivos tienen una gran importancia como profesionales.
Pero incluso a gente normal les debería de interesar. Ya sea que por si se te pierde, nadie te pueda cotillear el contenido memoria USB.
Ante todo haz toda copia de seguridad que puedas
La base de todo esto es que deberías hacer todas las copias de seguridad de tus archivos importantes que puedas. En el móvil, en un disco duro externo, en el segundo almacenamiento de tu PC, en todas las nubes que puedas tener, en un NAS… La idea es que si te falla uno de estos métodos lo puedas repones y reparar en cualquier momento si ocurre una pérdida de los archivos.
Las memorias USB no son una copia de seguridad segura. Ya simplemente el hecho de que es fácil perderse debería de ser un aviso de que no se deben usar para guardar nada valioso e insustituible. O que si lo haces, que tengas muchas otras copias de seguridad. Aunque sea, ponle un llavero voluminoso y que haga ruido para poder localizar una memoria USB en bolsos y pantalones y así que no se pierda tanto.
Para los sysadmins y expertos en seguridad está el protocolo 3-2-1 de copia de seguridad: 3 copias de seguridad, 2 de ellas en la nube y 1 copia offline. ¿Falla una nube? Tienes otra. ¿Las dos? Tienes la copia online. ¿La copia offline? Tienes dos copias en la nube. La idea es la de minimizar las posibilidades de que todo el contenido que hayas depositado se pierda por accidente o por un ataque de ransomware. Es por esto por lo que las memorias USB son todo un riesgo, ya sea físico o por su escasa seguridad.
