La Unión Europea aprueba la primera regulación de Inteligencia Artificial en el mundo
Debido al impacto de la Inteligencia Artificial, muchos usuarios vienen clamando por una regulación de sus usos. No viene de hace poco, como que los artistas contra la inteligencia artificial reclaman protección contra el uso no permitido de sus obras; sino que viene de aún más allá como el reconocimiento facial que dio mucho de hablar hace años. Por ello, a falta de ser ratificada y con ello finalmente puesta en marcha, la Unión Europea aprueba la primera regulación de Inteligencia Artificial del mundo.
Cabe decir que no se pondrá en marcha ya mismos. Se espera que se ponga en marcha a finales de 2026, aunque algunos puntos podrán ser puestos en marcha y con ello empezar a regular la IA un poco antes.
Puntos clave de la regulación de la Inteligencia Artificial en la Unión Europea
En primer lugar, estarán prohibidos los sistemas de categorización biométrica, que son los sistemas que catalogan a la gente por creencias políticas, religiosas, filosóficas o por orientación sexual o raza. Estos mecanismos han sido usados anteriormente y han demostrado ser discriminatorios. También lo estarán los sistemas para expandir o crear bases de datos faciales captando datos “de manera indiscriminada” a través de internet o de grabaciones audiovisuales y televisión.
Se prohíbe el reconocimiento de emociones en el lugar de trabajo y en instituciones educativas. Esto anteriormente había ha sido usado para justificar despidos, o incluso impedir que se creen sindicatos. También se prohíbe que se haga un sistema parecido al que se usa en algunas ciudades de China en el que se puntúa a las personas en función de su comportamiento social o características personales. La última prohibición será para los sistemas que manipulan comportamiento humano y la IA usada para explotar las vulnerabilidades de las personas.
Se permitirán los sistemas de vigilancia biométrica en tiempo real en espacios públicos. Pero solo podrán ser empleados por las fuerzas del orden, y estarán muy limitados. En el caso de la inteligencia artificial generativa, tendrán que cumplir criterios de transparencia, como especificar que su contenido se ha generado a través de la inteligencia artificial, y garantizar que los datos que se han empleado para entrenar a los sistemas respetan los derechos de autor.
