Hace tres años, Epic Games inició una cruzada contra Google y Apple por el monopolio que suponen Google Play y App Store. Usaron Fortnite en una parodia de uno de los anuncios más históricos de Apple en Estados Unidos, que a su vez parodiaba el libro 1984 de George Orwell. La base de su queja es que, si solamente acogen la descarga del cliente, pero el almacenamiento y transferencias de datos corren de cuenta del desarrollador, ¿por qué tienen que dar a Google y Apple el dinero de las transacciones que ellos no hospedan y deben de pasar por sus sistemas de pago propietarios?
Introdujeron sin aviso una forma de pagar directamente a Epic Games por los PaVos de Fortnite. Eso les llevó a una retirada de la app de ambas stores, y el inicio de este proceso judicial que ha acabado dictaminando que al menos Google Play se puede considerar un monopolio ilegal.
Google Play es un monopolio ilegal tras el juicio que ha tenido con Epic Games
El jurado votó por unanimidad que el requisito de Google de que los desarrolladores utilicen el sistema de pago de la Play Store para todas las transacciones es anticompetitivo. El juicio comenzó el 3 de noviembre y el jurado ha dado la razón a Epic Games. También se consideró anticompetitiva la iniciativa Project Hug de Google, en la que supuestamente se ofrecían incentivos económicos a los desarrolladores para que permanecieran en Play Store.
Ahora, quedará por ver qué ramificaciones tiene este resultado. Es posible que Google quiera apelarlo y tratar de desestimar este resultado en su beneficio.
De no ser así, muy posiblemente Google tendrá que hacer que los propios desarrolladores puedan poner sus propias pasarelas de pago en aplicaciones de la Play Store. Y es que si bien el juicio lo ha ganado Epic Games, los efectos pueden beneficiar al resto de desarrolladores, que podrán poner en las aplicaciones de Android sus propias pasarelas de pago como tarjetas de crédito, PayPal, Square, cualquier criptomoneda que se les ocurra… Podría acabar incluso en una reducción de precios, pues muchos ven cómo las suscripciones a Netflix acaban siendo más caras si se hacen a través de la app que a través de su cliente web debido a las comisiones que meten Apple y Google al tener que pasar por sus pasarelas de pago propietarias.
