El sistema operativo con una década de antigüedad ha llegado hoy al final de su plan de seguridad por parte de Microsoft. Tres años después de que Microsoft pusiera fin al soporte general de Windows 7, el hoy dejan de proporcionar actualizaciones de seguridad.
Con esto, dejan a los usuarios restantes la opción de actualizarse a un sistema operativo más reciente o seguir siendo vulnerables a las continuas amenazas de seguridad. Está claro que Microsoft quiere que mucha gente se actualice a nuevas versiones de Windows, dado que incluyen cada vez más servicios interactivos de pago y anuncios poco disimulados.
Windows 7 se va a quedar como ya está, por mucho virus mortal que le acabe llegando
Windows 7 llegó a su fin en enero de 2020 tras más de una década en servicio, pero Microsoft permitía a los clientes pagar por el soporte de seguridad ampliado para ayudar a mantener los equipos heredados o más antiguos que no son fáciles de actualizar. Esto es importante, puesto que muchos de estos equipos sin sistemas sensibles en organismos que no pueden permitirse modernizar sus equipos de una forma siquiera semi-regular, como los equipos de escaneado de los hospitales y los sistemas de las líneas de producción. Incluso grandes empresas aún usan Windows 7 y estarán expuestas a ataques de ransomware y troyanos, debido a que su flota de equipos es muy grande y está en una infraestructura de red frágil, con lo que actualizarlos a una nueva versión de Windows supondría un enorme problema logístico interno.
Esas actualizaciones de seguridad ampliadas han llegado hoy a su fin. No se sabe con exactitud cuántas máquinas con Windows 7 siguen funcionando. O que aún están conectadas a Internet, algo que aumenta su riesgo. Algunos datos de cuota de mercado elevan la cifra a uno de cada diez ordenadores de sobremesa los que aún usan este sistema operativo, y que se van a quedar totalmente expuestos ante cualquier ataque sin posibilidad de actualización que lo solucione.
Sin actualizaciones de seguridad ampliadas, Windows 7 seguirá funcionando, pero ya no recibirá parches para las vulnerabilidades de seguridad nuevas y existentes. En el caso de no poder actualizarlos, se recomienda desconectar los dispositivos con Windows de internet si fuera posible ante futuras amenazas. Dado que grandes organizaciones de todo tipo con datos sensibles o cuyos equipos son indispensables para el desarrollo, podemos esperar que en los próximos meses, aparezcan más ataques ransomware enfocados a estos equipos.
Fuente: Tech Crunch
