Vanillaware hace comida suculenta en sus juegos para no mostrar erotismo
A Vanillaware puede que no los conocen muchos de forma directa. No es un nombre que despierte un seguimiento multitudinario. Pero sus juegos son reconocidos por su aspecto estético.
Si decimos GrimGrimoire, Odin Sphere, Muramasa: The Demon Blade o Dragon’s Crown, posiblemente a unos pocos les sonará. Pero si mostramos imágenes suyas, el estilo artístico de los juegos de Vanillaware resaltará por el enorme detalle y color que tienen, e incluso le sonará a quienes no han jugado a esos juegos. Y quienes han jugado a esos juegos sabrá que una de las facetas en las que más destaca es en cómo de predominante es la comida y el detalle que tienen al mostrarla e incluso animarla.
Se muestra comida en vez de sexualidad
En Odin Sphere podíamos conseguir mejoras en las estadísticas de los personajes yendo a restaurantes y comiendo deliciosos platos. En Muramasa: the demon blade, numerosos restaurantes nos ofrecían comida tradicional japonesa y veíamos con detalle cómo eran devorados paso a paso. Y en Dragon’s Crown, tras cada jefe, hay un minijuego en el que podemos cocinar nuestra comida seleccionando numerosos ingredientes de bestias que hemos derrotado en el camino y nos lo muestran como si fuera un bodegón.
¿Por qué tanta obsesión en la comida? Esa pregunta se la hicieron al director George Kamitani de Vanillaware dijo que lo hacían porque en su momento pensaron en poner algo que hiciera sentir bien a la gente. Como a él le gustan las comida y “ciertas perversiones” (textual), pero no puede poner esto último porque es difícil ponerlo en consolas, se decantó por poner comida suculenta. Al menos eso es en el caso de Odin Sphere, porque luego en Muramasa y Dragon’s Crown subió bastante el tono y el erotismo.
Y visto desde un punto de vista casi psicológico, tiene sentido que a la gente le atraiga que muestren comida deliciosa en los juegos de Vanillaware, aunque esto es más una teoría personal. El ser humano sigue siendo alguien que necesita sobrevivir y para ello busca alimentarse y reproducirse, y la comida de buen ver entra en el primer campo.
Fuente: Siliconera
